‘La narcopolítica y el crimen transnacional amenazan la libertad de expresión y la democracia’

Ago 31, 2024

En la segunda parte de la entrevista concedida a Ecuadorenvivo.com por Catalina Botero, la ex Relatora para la Libertad de Expresión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, echa un vistazo crítico sobre la situación en la región, que enfrenta a un enemigo común: el narcotráfico y sus conexiones con la política y ciertos gobiernos.

En particular le preocupa lo que ocurre en Ecuador, Perú, Argentina, El Salvador, México y Colombia. Reconoce avances en Guatemala con el nuevo Gobierno y no ve tan mal a Chile. Considera que Brasil está mucho mejor y que Uruguay es un modelo ejemplar. La jurista colombiana concluye el dialogo con su llamado para que no dejemos sola a la sociedad civil venezolana y pide que se continúe replicando sus mensajes en todos los foros y en todo momento.

  • ¿En un vistazo general sobre el estado de la libertad de expresión y de prensa en América Latina, ¿cómo estamos??

Pues estamos mal. Hay algunos países como Uruguay, que es como una joya, porque la gente común valora el derecho a la libertad de expresión… Hay un órgano, un sistema plural, a veces están los buenos de izquierda y a veces los de derecha y discuten y luego se toman un mate juntos. Es una joya, todos deberíamos aprender de Uruguay.

En Chile la situación no es particularmente grave. En Argentina, el presidente (Javier Milei) ya está estigmatizando a los medios, diciendo que cualquier persona que lo critique es porque recibe dinero, lo cual es una manera de estigmatizar la libertad de expresión.

Felizmente con Lula la situación en Brasil está mucho, mucho mejor. Y bueno, qué les voy a decir a ustedes de Ecuador en donde, por supuesto, el Gobierno de Rafael Correa fue el culmen de la aberración contra la libertad de expresión, pero la situación no está mejor. No hay, sino que recordar el asesinato de Fernando Villavicencio para entender las amenazas que ustedes sufren en Ecuador.

En Perú también la situación también es preocupante. Los periodistas que han denunciado el caso Lava jato (sobre la trama de Odebrecht) y la corrupción, están siendo judicializados. Hay una cantidad de páginas web falsas, creadas para promover una tendencia para criminalizar y estigmatizar a estos periodistas valientes, que tuvieron una de las investigaciones más importantes contra la corrupción en Perú.

En El Salvador la mayoría de los medios tiene que tener sus sedes fuera del país.
Felizmente, en Guatemala las cosas se están restableciendo. Un periodista que fue imputado por el Gobierno anterior por Lavado de Activos simplemente porque los criticaba. Este Gobierno (de Bernardo Arévalo) ha logrado que las cosas se oxigenen y, al parecer, eso se va a resolver.

En México hay una estigmatización constante a los periodistas y los asesinatos han aumentado. La situación en general no es buena.

  • ¿Y Colombia con (Gustavo) Petro cómo está?

Petro tiene una relación muy negativa con los medios de comunicación. Le hemos pedido al presidente que tenga cautela en la manera cómo se refiere a los medios. Felizmente, hace unos días se reunió con la organización más importante de libertad de expresión que se llama la FLIP (Fundación para la Libertad de Prensa), a la que había estigmatizado. Se reunieron, llegaron a algunos acuerdos. Lo bueno es que en Colombia todavía hay independencia del Poder Judicial. Los jueces son sensibles a los temas sobre libertad de expresión. Se toman en serio la Constitución del 91. El Congreso no ha adoptado leyes como la ley Mordaza en Ecuador. El Congreso también es sensible a los temas de libertad de expresión. Necesitamos que el presidente se contenga y entienda que tiene unos deberes en la medida en que tiene un poder especial y que puede contestar a la prensa, pero tiene que hacerlo sin estigmatizar y sin criminalizar. En esa lucha estamos.

  • Más allá del corte político dictatorial o más apegado a un modelo democrático, hay un enemigo común que enfrentan nuestros países y el periodismo en general, que es la narcopolítica… Los cárteles de la droga están presentes en nuestros países con vínculos con gobiernos, con políticos. ¿Cómo enfrentar esa situación? …Particularmente Ecuador, como tú lo has mencionado, el asesinato de Fernando Villavicencio marcó un hecho histórico, un mensaje que puede ser de censura, de autocensura. ¿Cómo podemos superarlo si en Ecuador tenemos gobiernos como los de Guillermo Lasso, Lenín Moreno y ahora de Daniel Noboa, dicen que son democráticos y que apoyan la libertad de expresión, pero no aprueban el presupuesto para estructurar el sistema de protección de periodistas? ¿Cuál es tu mensaje sobre esta realidad?

Yo creo que la narcopolítica y, en general, el crimen transnacional es gravísimo en nuestros países. Es probablemente una de las amenazas más importantes a la libertad de expresión, pero también a la democracia. Esto tendría que ser respondido con un programa de seguridad transnacional de todos los países. Y un componente esencial de ese programa tendría que ser la protección de la libertad de expresión.
Un componente central, sistemas de protección para los periodistas, acompañados por supuesto de jueces especializados, de jueces protegidos que sean capaces de procesar a quien comete crímenes contra periodistas y de un discurso de los políticos, de las personas que están en el poder, que legitime la libertad de expresión. Que manden la señal a los periodistas de que su labor es bienvenida. Así lo que los periodistas hagan no le guste al poder, porque eso es normal. Esa tensión entre el periodismo y el poder es normal en una democracia. Entonces, yo creo que tendría que haber un presupuesto fundamental, importante, robusto, para proteger a las personas que ejercen el periodismo.

  • ¿También es una responsabilidad de los dueños de los medios y de los periodistas realizar ese tipo de coberturas de riesgo sin tomar en cuenta protocolos o recomendaciones de seguridad? Ya no podemos ir desprotegidos. Otro de los hechos que enlutó al periodismo y a los ecuatorianos fue el asesinato de los tres compañeros de diario El Comercio en la frontera con Colombia… ¿Los propietarios de los medios, las organizaciones gremiales y los periodistas tenemos que asumir la responsabilidad de este ejercicio?

Es una responsabilidad que hay que asumirla de manera colectiva, pero también creo que los Estados tienen una responsabilidad especial y particular de crear sistemas de protección articulados, bien financiados, con inteligencia, que detecten cuáles son las zonas de riesgo, que sean capaces de establecer medidas de protección adecuadas y negociadas con los periodistas para que puedan seguir cumpliendo su tarea. Y, por supuesto, que también hay una labor de los dueños de los medios y de cada periodista en estas situaciones tan difíciles en las que vivimos.

  • ¿Un último mensaje y recomendación para Venezuela y Latinoamérica?

No podemos dejar sola la sociedad civil venezolana, tenemos que replicar su mensaje cada vez que podamos, en todos los foros, si a uno lo invitan al Congreso o si lo invitan a foros internacionales o a la prensa, hay que mantener alerta a la población sobre lo que está pasando en Venezuela. Es la única manera como nosotros podemos ayudar a proteger a esa gente valiente, que tiene derecho a vivir en democracia.



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