Un apagón generalizado afectó a Venezuela en la madrugada del viernes 30 de agosto de 2024, dejándola a oscuras, incluida la capital, Caracas.

El gobierno del presidente Nicolás Maduro atribuyó la falla a un supuesto sabotaje del sistema eléctrico, sugiriendo un intento de golpe de Estado.

El ministro de Comunicación, Freddy Ñáñez, informó que el corte se produjo a las 04:40 locales (08:40 GMT) y afectó a casi todo el territorio nacional, reportando la pérdida total o parcial del suministro eléctrico en los 24 estados del país.

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Ñáñez vinculó este evento con el clima de inestabilidad política que ha persistido desde las elecciones presidenciales del 28 de julio, en las que Maduro fue reelegido para un tercer mandato.

El apagón recuerda al ocurrido en marzo de 2019, uno de los más graves en la historia reciente de Venezuela, que se prolongó por al menos cinco días.

Los apagones han sido un problema recurrente en el país durante la última década, con regiones como Táchira y Zulia enfrentando cortes frecuentes.

El gobierno usualmente atribuye estos fallos a sabotajes dirigidos por Estados Unidos y la oposición, mientras que la oposición y expertos acusan al gobierno de falta de inversión y corrupción.