Este 29 de agosto se celebrará por primera vez en Ecuador el Día Nacional del Gamer, una iniciativa aprobada por la Asamblea Nacional para reconocer a los jugadores de videojuegos y la creciente industria de los deportes electrónicos en el país. Sin embargo, la declaratoria ha provocado reacciones mixtas entre los ciudadanos. Algunos consideran que el Legislativo debería enfocarse en problemas más urgentes, mientras que otros ven este reconocimiento como un avance para la visibilidad del sector.

Fawel Jarrín, director del equipo profesional Skullcracker, defendió la importancia de la declaratoria al considerar que es un paso para dar visibilidad a la comunidad gamer en Ecuador. “Aunque haya sido bueno o malo el que lo hayan decretado, para nosotros es algo positivo porque ya se habló del tema”, afirmó Jarrín durante entrevista para Ecuavisa. Agregó que la medida ayuda a que los gamers sean reconocidos no solo como jugadores, sino como una comunidad activa que contribuye a la economía del país.

La industria de los videojuegos, conocida como economía naranja, también se beneficia de esta visibilidad, según Jarrín. “El segundo paso es que los clientes y los auspiciantes vean en nosotros una solución para sus estrategias de marketing”, explicó el director, quien señaló que el 80% de los ingresos de su equipo proviene de redes sociales y auspicios comerciales.

Truco para evitar que WhatsApp consuma toda la batería del celular

A pesar del crecimiento de esta industria, los gamers en Ecuador enfrentan varios desafíos. Uno de los principales es la infraestructura tecnológica del país. “Nosotros nos conectamos a los servidores de Estados Unidos, lo que incrementa la latencia de internet y afecta nuestro rendimiento en los juegos”, comentó Jarrín, al referirse a las dificultades que experimentan los jugadores profesionales debido a la ubicación geográfica del país.

Otro obstáculo importante es el alto costo de los equipos y juegos. “Aunque los costos han bajado, siguen siendo elevados”, explicó Jarrín, quien destacó la necesidad de que los videojuegos, al igual que otros insumos deportivos o culturales, reciban beneficios fiscales. “Cuando un futbolista necesita algún insumo deportivo no paga impuestos, y un músico tampoco paga IVA. ¿Por qué nosotros sí?”, cuestionó.

El estigma social hacia los gamers es el tercer desafío que mencionó Jarrín, afirmando que aún persiste la percepción de que jugar videojuegos es una actividad improductiva. “Hay personas que creen que un gamer es alguien sin oficio que se pasa todo el día delante de una pantalla”, indicó. Sin embargo, aclaró que la industria genera empleo y oportunidades, no solo para jugadores profesionales, sino también para diseñadores gráficos, árbitros y entrenadores.

“Es importante entender que, al igual que en el fútbol, hay gamers que lo hacen de forma profesional y otros que juegan de manera recreativa”, concluyó Jarrín, quien además mencionó que en 2025 se celebrarán los primeros Juegos Olímpicos de Esports en Arabia Saudita, lo que refleja el creciente reconocimiento de los deportes electrónicos a nivel mundial.