El futuro de Ecuador es complicado tras la oficialización de 17 binomios de precandidatos a la Presidencia y Vicepresidencia de la República, si bien no son tantos respecto de los 100 partidos y movimientos políticos calificados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), el problema mayor es que su único fin es el de alcanzar el poder, pues carecen de preparación adecuada, de propuestas sólidas y eso se evidencia en la superficialidad de las campañas.

Así lo advirtió el periodista y analista político Lolo Echeverría en una entrevista realizada por Lenin Artieda en Ecuavisa, este lunes 19 de agosto de 2024, en la que subrayó la irracionalidad de las elecciones, en las que, desde su perspectiva, el electorado busca milagros en lugar de soluciones reales, lo que complica más la situación en Ecuador, un país que resulta ingobernable.

Lamentó el analista que, en lugar de planes de gobierno concretos, la ciudadanía priorice los discursos emocionales y las promesas utópicas, en lugar un candidato sanos, sabios y santos: “Sano para que no tenga las taras de los autoritarios que buscan la democracia para después convertirse en dictadores; sabio para que conozca los problemas y sepa las soluciones viables ; y santo para que ni permita la corrupción ni caiga en la corrupción. Eso es lo que debería buscar el electorado”, enfatizó.

Respecto a las tendencias políticas, el experto destacó que la mayoría de candidatos pertenece a la derecha, motivada, desde su perspectiva, por la percepción de un Gobierno en declive, en referencia a la gestión del presidente Daniel Noboa y de su Gabinete.

Por el lado de la izquierda, anotó que buscan alianzas estratégicas, sabiendo que la Revolución Ciudadana, liderada por el expresidente Rafael Correa, quien está prófugo en Bélgica, tiene dificultades para superar la primera vuelta electoral. “Al correísmo le faltan cuatro puntos para pasar a la segunda vuelta y eso hace factible concretar alianzas con algunos sectores”.

En esas circunstancias, Echeverría está convencido de que la campaña electoral se ha convertido en una especie de juego de azar, en el que la suerte, las circunstancias imprevistas y hasta las tragedias pueden determinar al ganador.

Otro aspecto lamentable y preocupante es la falta de preparación de los candidatos. Muchos no cuentan con equipos sólidos, lo que lleva a nombramientos ministeriales basados en lazos personales más que en competencia profesional. Este escenario, según Echeverría, es una fórmula para el desastre.

Si bien hay varias opciones para elegir al nuevo Gobierno en los comicios del 9 de febrero de 2025, Echeverrría compara a esta campaña con un guión de cine, en el que que hay dos actores principales: la derecha gobernante de Daniel Noboa, que apuesta por la reelección y la izquierda dominada por el correismo, que busca alianzas para retornar al poder Ejecutivo, desde que Rafael Correa concluyó en 2017 su década de gobierno.

Los demás candidatos son, bajo el análisis de el politólogo, solo figurantes a los que define como “esas figuras del cine, que son secundarias, pero necesarias para el drama”.

Así las cosas, Lolo Echeverría mencionó la posibilidad de un outsider y, en ese sentido, recordó a Fernando Villavicencio, quien se postuló a la Presidencia y fue asesinado el 9 de agosto de 2023, en plena campaña para las presidenciales, porque tenía una alta probabilidad de ganar:

…“Él iba muy directamente hasta la victoria y por eso le asesinaron. Tenía las características del outsider y representaba un peligro porque había luchado contra la corrupción, había sido apresado, perseguido y tenía una propuesta que coincidía con la mayoría de los electores, que albergan un alto grado de resentimiento. Esas características hacen al outsider”, agregó.