Fernando Villavicencio, el periodista que desafió a las mafias y pagó con su vida

Ago 8, 2024

Era un miércoles 9 de agosto de 2023. El reloj marcaba las 18:20, hora a la que muchos ecuatorianos, regresaban a sus casas y sintonizaban la radio o, en sus hogares, encendían el televisor para ver los informativos. Y, aunque la crónica roja es el pan de cada día,  fueron sorprendidos con una trágica noticia: Fernando Villavicencio, candidato presidencial por los movimientos Construye y Gente Buena, fue asesinado con tres disparos en la cabeza, al salir del que se convirtió en su último mitin político, en la ciudad de Quito.

Nadie lo podía creer, pero, en cuestión de minutos, la mala noticia fue tendencia en las redes sociales y copó los titulares de la prensa nacional en internacional.

Su magnicidio, ocurrido apenas 11 días antes de las elecciones presidenciales, conmovió al mundo, ya que desde hace al menos dos décadas, el nombre de Fernando Villavicencio era reconocido por su valiente y frontal lucha contra la corrupción y, en la última década, contra el crimen organizado, el narcotráfico y su penetración en las esferas políticas.

Por ello, el asesinato de este adalid de la lucha anticorrupción, a quien le arrebataron la vida a los 59 años,  fue calificado como un crimen político y un golpe a la democracia, cuyo principal legado son las 260 investigaciones que llevó adelante como periodista y legislador.

Una de las investigaciones más importantes que realizó fue el llamado caso Sobornos, que destapó la millonaria trama de corrupción liderada por la constructora brasileña Odebrecht y que permitió la condena del expresidente Rafael Correa y de su exvicepresidente Jorge Glas. Correa huyó a Bélgica y tiene estatus de prófugo de la justicia y Glas está recluido en la prisión de máxima seguridad La Roca, en Guayaquil.

Por sus revelaciones, Villavicencio se ganó el cariño, el respeto y la gratitud de mucha gente, ganó varios concursos periodísticos, pero también sufrió la que él mismo denunciaba como  “la peor persecución que un periodista haya sufrido en este país”, en referencia al Gobierno de Rafael Correa, quien ejerció el poder de 2007 a 2017.

Pocos días antes de su asesinato, Villavicencio denunció irregularidades en los contratos con Schlumberger sobre el campo Auca, con posibles sobrecostos. Reveló que dicha empresa había cobrado $10.534 millones entre 2012 y 2022, mientras el Estado recibió $8.000 millones. Esas sospechas se intensificaron tras la publicación de videos en los que se cuestiona los costos de producción.



A pesar de amenazas e intentos para desacreditarlo, también expuso en 2022 vínculos entre el empresario Xavier Jordán Mendoza, el fallecido narcotraficante Leandro Norero Tigua, alias El patrón, y el exasambleista por el correísta movimiento Alianza País (ahora Revolución Ciudadana) Ronny Aleaga, quedando en evidencia la conexión del narcotráfico, la corrupción y parte de la política.



Muchas de las denuncias de Fernando Villavicencio sustentan la acción de la Fiscalía General del Estado, lo que ha permitido establecer que la narcopolítica también ha extendido sus tentáculos a la estructura de la justicia ecuatoriana, dando lugar a los llamados casos Metástasis, Purga, Plaga, Independencia Judicial, que involucran a decenas de políticos, jueces, ficales, empresarios e incluso funcionarios de las más altas esferas gubernamentales.

Esto explica que haya pagado con su vida el precio de sus denuncias. Las investigaciones sobre su asesinato han llegado a los autores materiales. Su familia, sus amigos y la sociedad exigen ahora llegar a los autores intelectuales, para que no sea este otro caso que se guarde en el baúl de la impunidad.


Fernando Villavicencio presidió la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional entre 2021 y 2023; lideró 147 sesiones, tramitó 16 juicios políticos, recibió 462 comparecencias, investigó 34 casos de corrupción, presentó 13 denuncias y dos noticias criminis relacionadas con narcotráfico y corrupción. Además, sometió a debate 9 casos sobre irregularidades en contratos de obras y servicios.

También denunció el caso llamado León de Troya, vinculado a la mafia albanesa y a Danilo Carrera, cuñado del entonces presidente Guillermo Lasso. Aunque enfrentó acusaciones por omisión de denuncia y críticas por un informe que defendía al mandatario, Villavicencio se desmarcó de ese Gobierno. 

Durante su tiempo en la Asamblea, Villavicencio se caracterizó por su rechazo al entorno político corrupto. Afirmó que, a pesar de las múltiples ofertas económicas y tentaciones que recibió desde círculos de poder para frenar sus investigaciones, se mantuvo firme en su integridad.

Cuando la Asamblea fue disuelta por Lasso, quien dictó la muerte cruzada, Villavicencio dejó su puesto de legislador con un patrimonio de$77,799, unos $8,000 más de lo que tenía al asumir el cargo en 2021. A pesar de su patrimonio, Villavicencio señalaba que aún no poseía una casa propia y seguía viviendo con su madre.

La primera gran investigación de Fernando Villavicencio en 2008 se centró en el caso Palo Azul, que involucra la explotación irregular de un campo petrolero en Ecuador. La denuncia sostiene que la cesión de derechos a Petrobrás y otras empresas violó la Ley de Hidrocarburos. Esta operación causó 2 millones de perjuicio al Estado.

PERJUICIO: 2 millones

SENTENCIADOS: A pesar de que la Fiscalía General del Estado, bajo la dirección de Washington Pesántez, identificó responsabilidades penales, el proceso fue archivado cuando Galo Chiriboga asumió la fiscalía general. Las investigaciones sobre presuntas irregularidades y acuerdos políticos siguen en curso en Brasil y Ecuador.

En el “Caso Petrochina”, considerado el mayor escándalo de corrupción petrolera en Ecuador, Fernando Villavicencio y el legislador Pedro Velasco entregaron un informe a la Fiscalía General del Estado, en el que se documenta cómo en la presidencia de Rafael Correa se vendió 763,8 millones de barriles de crudo a Petrochina, a cambio de casi $10.000 millones en créditos.

PERJUICIO: $4.771 millones

SENTENCIADOS: Villavicencio solicitó que se formule cargos contra los responsables, cuyos nombres de personas y entidades implicadas incluyó en un informe. Hasta ahora, no hay sentencias relacionadas con el caso.

A principios de 2017, Fernando Villavicencio participó en una investigación crucial sobre los sobornos del caso Odebrecht en Ecuador. A través de los portales de investigación periodística Milhojas y La Fuente, investigó el regreso de Odebrecht al país en julio de 2010 y los acuerdos negociados durante el Gobierno de Rafael Correa. La investigación reveló que José Santos, exdirectivo de Odebrecht, admitió haber entregado $10 millones en coimas al excontralor del Estado Carlos Pólit, para desvanecer glosas y $16 millones al ya fallecido Ricardo Rivera, tío de Jorge Glas, a través de la empresa off shore Glory International.

PERJUICIO: $ 106 millones, aproximadamente

SENTENCIA: En octubre de 2019, el Tribunal de Casación de la Corte Nacional de Justicia confirmó la condena de seis años de prisión para Jorge Glas, su tío Ricardo Rivera y otros cuatro involucrados en el caso.

Fernando Villavicencio y el periodista Christian Zurita destaparon en 2017 una red de sobornos en la que contratistas del Estado realizaban pagos para obtener contratos y destinaban esos fondos para financiar las campañas políticas del correísmo.

PERJUICIO: $41 millones, aproximadamente

SENTENCIADOS: La Fiscalía investigó los presuntos aportes irregulares, en efectivo o mediante el cruce de facturas, que beneficiaron al movimiento político Revolución Ciudadana, comandado por el expresidente Rafael Correa. En abril de 2020, el Tribunal de la Corte Nacional de Justicia condenó a 18 implicados, incluidos Correa y su exvicepresidente Jorge Glas, a ocho años de prisión.

En 2019, el periodista destapó el caso al que llam{o INA Papers, sobre un presunto delito de cohecho ocurrido entre 2010 y 2018.

Involucrados: el expresidente Lenín Moreno Garcés a través de la empresa offshore INA Investment Corporation, presuntamente creada por su hermano en Panamá. Al momento son 40 los procesados en este caso. Ninguno sentenciado todavía.

Perjuicio:  $ 76 millones, aproximadamente

En 2015, el portal Plan V reveló que el costo de la repotenciación de la Refinería de Esmeraldas, originalmente estimado en 187 millones de dólares en 2008, se disparó a más de 1.500 millones para 2017, generando un perjuicio de 793 millones de dólares.

PERJUCIO: $ 793 millones

SENTENCIADOS: Carlos Pareja Yanuzelli, exfuncionario implicado, fue condenado por cohecho, asociación ilícita, enriquecimiento ilícito y peculado, con la última condena relacionada con esta repotenciación. Jorge Vivar, propietario de JVSIM, también fue sentenciado por peculado. Diego Tapia y Alex Bravo fueron ratificados en su inocencia en este caso; Bravo cumple condenas por otros delitos de corrupción vinculados a Petroecuador.


Estas investigaciones son apenas un puñado de las 260 impulsadas por Fernando Villavicencio, que cimentan su legado periodístico y político. Su trabajo capcioso, desde el caso Palo Azul hasta los escándalos de la Refinería de Esmeraldas, han dejado una marca indeleble en el país, en su familia y, en particular, en el periodismo de investigación.

La línea de tiempo que presentamos a continuación, contienen un resumen de los eventos clave en el proceso de la investigación de su asesinato, que lleva adelante la Fiscalía General del Estado. La controversia en torno a su muerte también se refleja en las palabras de un testigo protegido quien declaró: “Esa cabeza valía 200.000 dólares”. Eso ponen en evidencia la magnitud de su valentía y del riesgo tan elevado al que estuvo expuesto. (JR)



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