Anabelle Chacón es matemática. Máster en Gerencia Educativa y en Ingeniería Matemática y Computación, candidata a PhD. Docente universitaria en Temas de control electoral. Puedes encontrar más artículos en ecuadorenvivo.com/opinion/
Realizar un análisis matemático riguroso sobre las elecciones en Venezuela sería muy audaz porque no existe información oficial. Existen dos disponibles, una oficial y otra de la oposición, y se puede realizar alguna interpretación numérica. El número de empadronados en Venezuela son 21 millones, de los cuales se participaron el 59%, es decir, 12.5 millones aproximadamente. Cabe indicar que las cifras que se publican de lado y lado no tienen el detalle de blancos y nulos, ni el desglose de los otros candidatos.
El CNE proclama resultados oficiales con el 80% de actas y asigna un 51.2% a Maduro y 44.2% a González, dejando un 4.6% al resto de candidatos; lo cual daría un total de 10 millones, quedando un sobrante de 2.5 millones. Traducido a votos, significaría que la diferencia entre Maduro y González es de 700 mil votos; lo cual significa que esos 2.5 millones que faltan podrían cambiar el resultado, por lo tanto, sería muy apresurado proclamar resultados. Cabe indicar que en las presentaciones televisadas que hizo el CNE, no hay detalles de blancos y nulos, también los gráficos o son deficientes o las cifras no son coherentes porque las sumas dan más del 100%. Este tipo de errores son completamente inaceptables en una institución que es, supuestamente, garante de la democracia y que solamente generan dudas en los resultados que proclama.
Por otro lado, el partido Unidad, declara que tiene un 73.2% de actas y ha abierto un sitio web al que se accede con el número de cédula y se puede verificar el acta del recinto donde voto. Esto, definitivamente, genera confianza en los números que publica. Con esta información, se afirma que González tiene 6.2 millones de votos y Maduro llega a 2.7 millones, con una diferencia entre ellos de 3.5 millones. Si el 73.2% de actas representa 9.1 millones de votantes, restarían por contabilizar 3.3 millones, que no le alcanza a Maduro para sobrepasar la diferencia y, por lo tanto, González sería el ganador. Estas cifras son más coherentes que las oficiales.
La diferencia fundamental que existe en las cifras presentadas por los dos bandos es la transparencia. Los datos oficiales presentan cifras sin ningún tipo de respaldo, con gráficos poco técnicos y sin un desglose de los números presentados. Siendo la institución oficial, carece de la formalidad necesaria de una institución garante de la democracia y niega el acceso a la información porque mantiene su página web caída; mientras que la oposición, aunque tampoco da detalles, presenta una información mucho más fundamentada y da acceso público a las actas que tiene.
Un sistema electoral, tanto desde el punto de vista matemático como informático, no es complicado porque son contadores que se van sumando. La complejidad radica en el flujo de información y la prolijidad con la que se haga. Obviamente, esto NO ha hecho el CNE y las dudas que tiene el pueblo venezolano son más que fundamentadas porque no es la primera vez que ocurre. Solo me queda recordarles que el CNE venezolano tiene su homónimo en el Ecuador.
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