En noviembre de 2021, el radar operado por la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) sufrió un atentado que afectó gravemente su operatividad debido a una explosión en su ubicación. Este radar formaba parte integral del sistema de defensa aérea nacional.

A raíz del incidente, el Gobierno inició una serie de gestiones administrativas para llevar a cabo el proceso de reclamo correspondiente. Estas gestiones estaban dirigidas a asegurar una compensación adecuada por los daños ocasionados.

Finalmente, tras un proceso detallado, la aseguradora ha efectuado el pago al Estado. Esta compensación cubre los daños ocasionados por terrorismo, daño malicioso y sabotaje.

El pago fue realizado el jueves 25 de julio al Ministerio de Defensa Nacional, marcando así el cierre de este capítulo y asegurando la compensación por los daños sufridos.