Un ataque aéreo israelí habría dejado al menos 90 palestinos muertos en una zona designada como humanitaria por el propio ejército israelí, según informó el Ministerio de Salud de Gaza, administrado por el grupo terrorista Hamás.

El ataque, que ocurrió este viernes 12 de julio de 2024, también resultó en más de 300 personas heridas, de acuerdo con el comunicado del ministerio.

El gobierno de Israel reconoció la autoría del bombardeo, afirmando que su objetivo eran dos líderes militares de Hamás.

El hecho tuvo lugar en la zona de al-Mawasi, cerca de la ciudad de Jan Yunis, un área previamente designada por el ejército israelí como “zona humanitaria”, donde se había instado a los palestinos desplazados a refugiarse.

Un funcionario israelí afirmó que el ataque se dirigía contra dos jefes del ala militar de Hamás y que el área atacada se encontraba “al aire libre” y “solo había terroristas de Hamás y no civiles”. Sin embargo, Hamás negó esta versión.

Testigos presenciales describieron la escena del ataque como un “terremoto”, con videos mostrando restos en llamas, víctimas ensangrentadas siendo transportadas en camillas, y personas desesperadamente buscando entre los escombros.

En el cercano hospital de campaña de Kuwait, las escenas de caos reflejaban la magnitud del ataque, con pacientes siendo tratados en el suelo.

El doctor Mohammed Abu Rayya, quien atendía a los heridos, describió el día como uno de los más oscuros, con una alta cantidad de mujeres y niños entre las víctimas.

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, mantuvo contactos de seguridad durante todo el día, según informó su oficina. Las negociaciones de alto el fuego, que se celebraban en Qatar y Egipto, finalizaron sin éxito, según la BBC.

Israel ha estado buscando eliminar a Mohammed Deif, jefe del ala militar de Hamás, y a Rafa Salama, comandante de Hamás en Jan Yunis.

Ambos son considerados objetivos prioritarios por el ejército israelí. Sin embargo, no se ha confirmado si lograron eliminar a estos líderes ni si algún rehén israelí se encontraba en la zona atacada.

Hamás calificó el ataque de “grave escalada” y negó la presencia de sus líderes en la zona, acusando a Israel de falsificar información para justificar sus ataques.