La representante regional de UNODC para la Región Andina y el Cono Sur, Candice Welsch, hizo hincapié en que el Plan de Compromiso de su organización está especialmente diseñado para Ecuador, adaptado a las necesidades específicas de sus autoridades y ciudadanos.

En sus declaraciones, Welsch resaltó la identificación de prioridades inmediatas que, si bien no resolverán todos los desafíos del país, complementarán los esfuerzos de cooperación internacional en curso.

Por otro lado, la canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld, subrayó la urgente necesidad de fortalecer el principio de responsabilidad común y compartida a través de una cooperación internacional más intensa y efectiva para abordar estos problemas.

En línea con estas prioridades, la ministra de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana reafirmó que la paz y la seguridad son fundamentales para el desarrollo nacional. Recordó además que la erradicación de la violencia y la lucha contra el delito organizado transnacional son prioridades esenciales bajo la administración del presidente Daniel Noboa Azín.

Desde principios de año, el presidente Noboa ha elevado la lucha contra el crimen organizado a la categoría de “conflicto armado interno”, equiparando a las bandas criminales con grupos terroristas y actores beligerantes no estatales.

Se atribuye a las bandas del crimen organizado, centradas principalmente en el narcotráfico, una ola de violencia que ha colocado a Ecuador como uno de los países con mayor tasa de homicidios per cápita, registrando 47.2 por cada 100,000 habitantes en 2023, según el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado (OECO).

Estratégicamente ubicado entre Colombia y Perú, los mayores productores mundiales de cocaína, y con importantes puertos como el de Guayaquil, Ecuador ha emergido como un corredor clave para el tráfico de drogas hacia Europa y Norteamérica en los últimos años.

Además, Ecuador figura como el tercer país que más droga incauta a nivel mundial, detrás solo de Colombia y Estados Unidos, con aproximadamente 200 toneladas de estupefacientes decomisados en los últimos tres años, a los que se suman las 149 toneladas incautadas en el primer semestre de 2024.