En una entrevista reciente, la Vicealcaldesa de Quito, Fernanda Racines, discutió la implementación de una ordenanza que regula el uso de motocicletas en la ciudad, basada en una resolución emitida por la Agencia Nacional de Tránsito en 2022.
La medida, diseñada para aumentar la seguridad y reducir la delincuencia, permite que solo una persona viaje en motocicleta, con ciertas excepciones para familiares, personas con discapacidad, adultos mayores y menores de 12 años.
Racines explicó que el municipio de Quito ha añadido excepciones adicionales para policías, bomberos y agentes de tránsito en motocicletas institucionales, debido a la particularidad de sus funciones.
“En el municipio de Quito hemos agregado una adicional que tiene que ver con aquellas personas que están dos conductores en moto que son del sexo masculino pero están primero en una motocicleta institucional y segundo están realizando actividades de por ejemplo los bomberos, la policía, los agentes metropolitanos de tránsito,” indicó Racines.
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La medida se basa en estadísticas que muestran un alto número de delitos cometidos utilizando motocicletas. En 2023, se registraron aproximadamente 1000 delitos mensuales perpetrados desde motocicletas. En lo que va de 2024, el 56% de los delitos en Quito involucran motocicletas, destacando robos de celulares y carteras.
Ante preguntas sobre la capacidad de los agentes de tránsito para controlar esta normativa, Racines admitió la falta de personal suficiente para supervisar todas las motocicletas, señalando que actualmente hay 6500 motos en Quito. Sin embargo, enfatizó la importancia de la concienciación y la educación vial para cumplir con la normativa.
Además de esta medida, Racines mencionó el fortalecimiento de controles de velocidad en la ciudad, especialmente en vías de alta siniestralidad como la Simón Bolívar, donde ya se ha observado una disminución en los accidentes desde que se anunció la implementación de operativos. La recaudación de multas por exceso de velocidad será reinvertida en programas de educación vial, con el objetivo de reducir la siniestralidad y mejorar la seguridad en las vías.
Racines subrayó que estas acciones son parte de un esfuerzo más amplio del municipio de Quito para garantizar la seguridad y la movilidad eficiente en la ciudad, destacando la necesidad de un enfoque integral que incluya tanto medidas de control como educación para los ciudadanos.
“Lo ideal es que la concientización y la educación vial se interioricen tanto que no sean necesarios los controles. Pero mientras eso sucede, tenemos que hacerlo si queremos resguardar la vida de las y los quiteños,” concluyó la Vicealcaldesa.
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