Una divertida historia que nos permite visualizar nuestros procesos internos, aunque sea a través de caricaturas.
Sobre esta idea radica parte del éxito de uno de los estrenos más populares de Hollywood de este verano boreal, el filme animado Inside Out 2 (“Intensamente 2” en Hispanoamérica y “Del revés 2” en España).
Producida por el gigante Pixar, y dirigida por Kelsey Mann, es también una pieza educativa que nos abre la puerta a entender mejor cómo las emociones impactan -de forma positiva o negativa- la vida de los adolescentes (aunque también a personas de otros rangos de edad).
El filme es una secuela de Inside Out (2015), que cuenta la historia de Riley, de 11 años, que tiene que enfrentar mudarse a una nueva ciudad mientras sus emociones, convertidas en seres antropomórficos, luchan por mantener el equilibrio en su mente.
En la primera entrega la joven tiene que lidiar con Alegría, Tristeza, Ira, Miedo y Asco.
En Inside Out 2, volvemos a la vida de Riley en San Francisco, California, donde hace nuevos amigos y pasa tiempo en la pista de hockey sobre hielo. Sus emociones son un equipo que, de alguna forma u otra, funciona bien.
Hasta que se enciende la alarma de la pubertad.
En este periodo llegan a su “cuarto de control” o cerebro nuevas emociones: Ansiedad, Vergüenza, Envidia y Tedio.
La mayor parte de la historia tiene lugar en el campamento de hockey, un microcosmos del mundo social de los jóvenes. Allí, el personaje principal está a punto de hacer la transición a la escuela secundaria, donde espera convertirse en miembro del equipo de este deporte.
Los cambios que enfrenta Riley bien podrían ser situaciones de la vida real y, como a ella, observar nuestras emociones nos puede ayudar a transitarlas.
Por eso en esta nota te ofrecemos la visión de varios expertos sobre lo que podemos aprender de los nuevos personajes de esta producción audiovisual.
Ansiedad
Inside Out 2 muestra que la ansiedad es un sentimiento normal y que puede tener un propósito positivo, siempre y cuando no se apodere de nosotros.
En el filme, toma el control y se muestra como una emoción que ayuda a Riley a evitar consecuencias dañinas para su futuro.
“Un gran factor de la ansiedad de Riley es el temor a no tener amigos en la escuela secundaria. Esto es algo razonable por lo qué preocuparse. Las relaciones con nuestros pares se vuelven cada vez más importantes en esta etapa de la vida y las experiencias de amistad de los adolescentes están vinculadas a nuestro bienestar”, señala Alana James, profesora de psicología de la Universidad de Reading, en Reino Unido, en una columna de The Conversation.
Pero agrega que ciertamente hay trastornos de ansiedad, como el de ansiedad generalizada, que se pueden desarrollar desde la edad temprana. Y en la actualidad afecta en altos índices a los jóvenes, por lo que deberíamos prestarle atención, continúa.
“Hay pruebas de que las tasas de ansiedad en los adolescentes han ido aumentando y que estas tienen un impacto a largo plazo con una variedad de efectos, desde en el rendimiento escolar hasta en los ingresos en la edad adulta”, comenta.
James deja claro que existe una diferencia entre la sensación de ansiedad que vemos en Inside Out 2 y un trastorno de ansiedad.
Tener preocupaciones es una parte típica del crecimiento, al igual que lo es de la vida adulta, señala.
Tedio (Ennui, en francés, como se usa en el filme)
Para Tina Kendall, profesora de cine de la Universidad Anglia Ruskin, en Reino Unido, mientras que la ansiedad tiene el propósito de ayudarnos a planificar el futuro, el tedio es “un llamado a la acción, una señal para comprometerse más o probar algo diferente”.
La experta afirma que, aunque comúnmente se asocia con la falta de compromiso y la apatía, desde las redes sociales lo asocian con el “aburrimiento”.
Por eso buscan establecer el vínculo entre utilizar los dispositivos digitales y dejar de aburrirse.
“Los teléfonos a menudo se promocionan como herramientas para combatir el aburrimiento, en cualquier momento y lugar”, señala Kendall en The Conversation.
“Pero las investigaciones han demostrado que cuanto más usamos los teléfonos inteligentes para distraernos del aburrimiento, más corremos el riesgo de sentir tedio”, continúa.
En décadas recientes estudios demostraron una correlación entre el aumento del aburrimiento y los problemas de salud mental, sostiene.
Inside Out 2 no aborda estos aspectos potencialmente negativos del aburrimiento.
En cambio, acentúa su papel positivo para ayudar a Riley a manejar la intensidad de la vida adolescente.
A lo largo de la película, Ennui, con un fuerte acento francés, está tumbada en un sofá con un chándal azul oscuro, mirando desapasionadamente la pantalla de su teléfono inteligente.
Mientras Ansiedad quema la pantalla con su frenética energía nerviosa, Ennui merodea.
En momentos clave de la película, toma el control de la consola de Riley, lo que influye en su experiencia emocional al disminuir la intensidad de la joven.
Envidia
La Envidia, señala la psicóloga pediátrica Lyssa Haase a la revista especializada Parents, se da cuando vemos algo deseable en otra persona.
“La estatura, el sentido del humor o sus talentos artísticos o musicales”, comenta.
En la película, como ocurre con Tedio, vemos cómo esta emoción comúnmente considerada negativa en la vida real tiene un resultado beneficioso para la protagonista.
Dacher Keltner, un psicólogo de la Universidad de Stanford, en California, quien fue consultor para la producción de Inside Out 2, comentó a la revista Time que la envidia nos puede llevar a desear “una promoción laboral, una invitación a una fiesta o atención en la mesa del almuerzo si eres una joven de 13 años”.
“Hay nuevas investigaciones en Europa que diferencian un tipo de envidia maliciosa (tal vez socavas el trabajo de alguien o hablas sobre esa persona para tratar de derribarla) con una forma más benigna en la que la persona envidiosa trabaja más duro para ganar una recompensa”, explica el académico en la publicación.
En el filme, precisamente, los realizadores se encargaron de no dibujar a Envidia como una villana. Es pequeña, dulce y de ojos grandes.
Como explica una reseña de la revista People, esta emoción ayuda a Riley a identificar lo que quiere en su vida, incluyendo el deseo de hacer amigos en los nuevos entornos en los que se mueve.
Vergüenza
Vergüenza es presentado como un personaje corpulento, que siempre lleva puesta una sudadera en la que esconde parte de su rostro. En el filme habla muy poco.
El director de la película, Kelsey Mann, dijo en una entrevista al medio USA Today que la intención era proyectar el “verdadero sentimiento de estar avergonzado”.
En el proceso de producción de la película el equipo se cuestionó si la vergüenza era una emoción, cuenta el psicólogo Keltner en su entrevista con Time.
De acuerdo con el experto, este sentimiento tiene un “contexto social”, en la medida en que nos hace conscientes del juicio de otras personas. Eso nos mueve en cierta forma a respetar las normas sociales.
“Si violas las normas sociales, te vas a sonrojar, y eso hace que la gente te perdone. Les dice a otros que tienes conciencia de las normas sociales y que sabes que cometiste un error y que lo sientes. Es una experiencia dolorosa pero esencial para nuestra vida en sociedad”, comenta.
Nostalgia
En el filme hay una quinta emoción que solo aparece fugazmente en dos escenas: la nostalgia.
Es representada como una anciana amable.
Para Javier Leñador González-Páez, profesor de historia del arte en la Universidad de Sevilla, en España, en cierto sentido el personaje “coincide con la revisión que se ha hecho de la nostalgia desde la psicología, situándola como una emoción eminentemente positiva, a pesar de las notas melancólicas que podemos experimentar”.
No obstante, dice que al mostrarla como una persona anciana y asociarla con el letargo, puede hacer que vaya en contra de esas mismas investigaciones que le dan un carácter beneficioso.
El investigador comenta lo significativo que es ver en la película a Ansiedad interpelando a Nostalgia cuando esta última llega al cuarto de control de Riley.
“Ansiedad es una emoción preocupada por escenarios futuros amenazantes que, literalmente, pretende romper con el pasado. Reniega de él, sabiendo que puede llegar a frustrar sus planes, pues los recuerdos pueden mover afectivamente a Riley, llamando a emociones que puedan ayudar a aplacar su ansiedad. Es como si supiera que Nostalgia, a pesar de su aspecto indefenso, es capaz de debilitarla”, explica Leñador González Páez.
El profesor sostiene que esta es la realidad que dibujan varios estudios tanto psicológicos como culturales.
Y añade: “La nostalgia puede entenderse como una respuesta natural a esa ansiedad que nos produce un presente acelerado repleto de cambios, una suerte de mecanismo de defensa con el que damos valor a etapas vitales precedentes para continuar mirando al futuro con mayor sensación de control. Quizá con Nostalgia todo hubiera sido mucho más fácil dentro de la mente de Riley”.
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