El semanario francés de sátira política con domicilio en París, se hizo famoso en enero de 2015, cuando un grupo extremista musulmán irrumpió con fusiles y asesinó a 12 doce personas de su plantilla de periodistas y dibujantes, tras la publicación de una caricatura que ridiculizada al profeta Mahoma y al Islam, con un turbante en forma de bomba, lo que provocó la ira de los radicales islamistas y el posterior ataque terrorista en suelo francés de los últimos 20 años.

En su publicación el semanario ha descrito a Guayaquil, como la capital de la exportación del narcotráfico hacia Europa, que según el investigador de la historia Antonio Fishetti, ha sustituido a Colombia como el primer productor y exportador de la droga del mundo.

“En los últimos tres o cuatro años, Ecuador, hasta entonces relativamente tranquilo, se ha convertido en el principal país exportador de cocaína, suplantando a Colombia. Estamos aquí aguas arriba de los distritos del norte de Marsella o 93. El resultado: una explosión de criminalidad sin precedentes, que alcanzó un nivel nunca visto en enero, lo que llevó al gobierno a declarar el país en estado de conflicto armado interno contra las bandas. descritos como terroristas. Inmersión en el puerto de Guayaquil, que ostenta el récord mundial de homicidios per cápita.” Señala la publicación, en una clara descripción de la realidad que vive el puerto principal.

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La crónica describe la fuga de alias Fito la crisis de TC Televisión y la declaratoria de estado de guerra interna y además una narración de su visita a las cárceles ecuatorianas entre ellas el recinto penitenciario de Guayaquil, el más peligroso y letal según el periodista.

“Puedes iniciar el narcotour por la cárcel, llamada La Roca, es decir “la roca”. Una prisión de muy alta seguridad, al menos sobre el papel. Ahí empezó todo, el 7 de enero, con la fuga de José Adolfo Macías Villamar, alias Fito, líder de la banda Los Choneros. En los días siguientes, los pandilleros encarcelados provocaron disturbios en las cárceles (más de 150 guardias fueron tomados como rehenes, algunos asesinados) y los que estaban en libertad sembraron el caos, disparando ametralladoras en las calles de las cárceles, en las escuelas y en la Universidad de Guayaquil.”

Ninguna fuente oficial o autoridad del gobierno ecuatoriano ha salido públicamente a refutar a la revista francesa, tras este reportaje que desnuda la realidad de Guayaquil y la violencia del narcotráfico.