Los aliados occidentales están tardando demasiado en tomar decisiones sobre el apoyo militar a Ucrania, declaró el lunes el presidente Volodimir Zelensky a Reuters en una entrevista exclusiva en Kiev.
El mandatario describió la entrega de ayuda militar, en particular de defensas aéreas como los sistemas Patriot de los que Ucrania depende en gran medida en su guerra con Rusia, como “un gran paso adelante, pero antes de eso, dos pasos atrás”.
“Cada decisión a la que llegamos nosotros, y más tarde todos juntos, llega con un retraso de alrededor de un año”, dijo, vistiendo su característica camiseta y pantalones caqui y levantando la voz en algunos momentos.
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Sus duras declaraciones se producen en un momento difícil para sus fuerzas, que se ven superadas en número y armamento por el Ejército ruso y están perdiendo territorio en el noreste y el este del país.
Claramente frustrado por lo que considera retrasos y vacilaciones por parte de sus socios occidentales, Zelensky sugirió formas en las que los aliados podrían ayudar más directamente, incluido el derribo de misiles rusos sobre territorio ucraniano en determinadas circunstancias.
“Los rusos están utilizando 300 aviones sobre el territorio de Ucrania”, sostuvo.
“Necesitamos al menos 120, 130 aviones para resistir en el cielo”, añadió Zelensky, refiriéndose a los F-16 diseñados por Estados Unidos, algunos de los cuales espera que se utilicen pronto en combate.
“¿No pueden proporcionar eso ahora mismo? Bueno (…) volvamos a los aviones que tienen en el territorio de los países vecinos de la OTAN: (…) derriben objetivos, protejan a los civiles”.
“¿Pueden hacer esto? Estoy seguro de que sí. ¿Es un ataque de los países de la OTAN, es implicación? No”.
El líder ucraniano también dijo que Kiev está negociando con socios internacionales el uso de sus armas para atacar material militar ruso en la frontera y en territorio ruso. “Hasta ahora, no hay nada positivo”, destacó.
Estados Unidos se ha resistido a los llamamientos ucranianos para utilizar sus misiles contra territorio ruso reconocido internacionalmente, lo que refleja la preocupación en Occidente por el riesgo de escalada, al tiempo que trata de garantizar que Kiev salga victoriosa.
Según el líder, de 46 años, la situación del campo de batalla en el noreste del país está ahora bajo control, después de que las fuerzas de Moscú cruzaran la frontera y lanzaran incursiones hacia la ciudad de Kharkiv.
El domingo, los bombardeos rusos en las afueras de Kharkiv mataron al menos a cuatro civiles, afirmó el gobernador de la región que se enfrenta a una nueva ofensiva rusa.
Rusia lanzó un asalto en la región fronteriza el 10 de mayo después de un aumento de los ataques aéreos.
“Sabemos de cuatro civiles muertos. Al menos ocho personas están heridas”, dijo el gobernador Oleg Synegubov. Las fuerzas rusas “atacaron la zona donde descansaban los residentes locales”, añadió.
Los bombardeos alcanzaron el distrito de Malodanylivka en el noroeste de la ciudad de Kharkiv, dijo el gobernador.
Rusia lanzó una ofensiva en la región de Kharkiv a fines de la semana pasada, lo que aumentó significativamente la presión sobre las fuerzas ucranianas, superadas en número y armamento, que esperan retrasos en las entregas de armas y municiones cruciales de los socios occidentales. Las fuerzas ucranianas están tratando de frenar a Rusia en el nuevo frente mediante el uso de drones cargados de bombas para destruir vehículos militares.
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