Eduardo Peña, presidente del Consejo Directivo del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), enfatizó la necesidad de realizar una reforma estructural en esta entidad. Mencionó que el gobierno vetó un proyecto de ley que buscaba cambiar la composición del directorio del IESS porque implicaba mayores gastos a través de elecciones de nuevos miembros y no abordaba el sistema financiero del Instituto.
Ante ello, anunció que presentarán un proyecto de reforma a finales de 2024, entre los meses de octubre y noviembre, que abordará varios aspectos, incluyendo salud y jubilación. Y es que destacó la importancia de esta reforma para evitar que el problema económico del IESS se agrave, con un enfoque en escenarios a largo plazo.
Uno de los puntos clave del proyecto es ajustar el número de aportaciones para la jubilación, de manera que aquellos que se retiren más tarde reciban un mayor porcentaje de su sueldo. Por ejemplo, explicó que si alguien se retira con 400 aportaciones, recibirá el 80 % de su sueldo, pero si lo hace con 500 aportaciones, recibirá el 110 %.
Además, mencionó otros cambios propuestos, como modificar el cálculo de la pensión, aumentando el período sobre el cual se promedia el salario para calcularla. Peña enfatizó la necesidad de adaptar las reglas del IESS, que tienen 96 años de antigüedad, a las condiciones actuales, ya que algunas normativas, como la jubilación con 240 aportaciones para ciertas profesiones, ya no son apropiadas.
Peña también mencionó el compromiso del Gobierno de cumplir con las obligaciones del IESS, incluido el pago de USD 2,392 millones de este año, como parte del préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI). Destacó la importancia de garantizar que los recursos del IESS se utilicen de acuerdo con lo establecido en el presupuesto, y mencionó un proceso de compra de medicamentos con la Organización Mundial de la Salud (OMS) que podría generar ahorros significativos para la institución.
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