La Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) del martes 16 de abril de 2024, fue testigo de una condena enfática hacia Ecuador por el asalto a la Embajada de México en Quito.

La reunión, que tuvo lugar de manera reservada y virtual, contó con la participación de los presidentes de la región, quienes ratificaron su repudio a la irrupción de la Policía Nacional del Ecuador en la sede diplomática mexicana el pasado 5 de abril de 2024, con el propósito de detener al exvicepresidente Jorge Glas.

En el encuentro, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reafirmó las medidas adoptadas por su país a nivel internacional, incluyendo la denuncia ante la Corte Internacional de Justicia, solicitando la expulsión de Ecuador de las Naciones Unidas hasta que ofrezca disculpas por el asalto a la embajada.

La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, enfatizó que la violación a la sede diplomática mexicana representa una vulneración a la soberanía de México y su derecho como estado asilante. Asimismo, solicitó la restitución del asilo político a Jorge Glas y la normalización de las relaciones diplomáticas entre Ecuador y México.

Por su parte, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva condenó enérgicamente la acción ecuatoriana, destacando que este hecho inaudito afecta no solo a México, sino a toda la región latinoamericana y caribeña. Lula instó a Ecuador a pedir disculpas como primer paso para reparar las relaciones diplomáticas.

El presidente de Bolivia, Luis Arce, subrayó que la irrupción en la embajada de México constituye una violación a la Convención de Viena y al derecho internacional, y solicitó la formación de una comisión de la CELAC para realizar un seguimiento del estado de salud de Jorge Glas.

El presidente colombiano, Gustavo Petro, comparó la acción ecuatoriana con actos de barbarie, rechazando la violación de tratados internacionales y anticipando su apoyo a México en sus demandas ante la justicia internacional. Petro también abogó por la restitución del derecho al asilo de Jorge Glas.

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, calificó el asalto a la embajada de México como un acto hostil e inaceptable que merece un rechazo categórico, instando a la comunidad internacional a pronunciarse al respecto y sumándose al pedido de restitución del asilo político a Jorge Glas.

Finalmente, el presidente venezolano Nicolás Maduro denunció la acción de Ecuador como un acto de barbarie y anunció el cierre del consulado venezolano en Quito y Guayaquil, así como el retorno del personal diplomático de Venezuela en Ecuador, hasta que se restituya el derecho internacional. Maduro también instó a Ecuador a disculparse con México y reconocer el estado de asilo político de Glas.

El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, se unió al rechazo generalizado hacia el asalto a la embajada de México, destacando el rechazo de los países que creen en los tratados internacionales y la convivencia pacífica.