El Ministerio de Salud de Brasil ha informado sobre la grave situación epidemiológica que enfrenta el país debido a la peor epidemia de dengue en su historia. En lo que va del año, se ha registrado un récord de más de tres millones de casos de la enfermedad, con una tasa histórica de incidencia de 1.508 contagios por cada 100.000 habitantes.

A pesar de que el ritmo de contagio ha comenzado a disminuir o estabilizarse en la mayoría de los estados del país, los números siguen siendo alarmantes. Hasta el momento, se han contabilizado 3.062.181 casos probables en poco más de tres meses, y se espera que Brasil termine el año con un nuevo récord cercano a los 4,2 millones de casos.

La situación de mortalidad también es preocupante, con un récord de 1.256 muertes hasta la fecha, superando las cifras registradas en todo el año pasado. Las muertes causadas por el dengue casi se triplicaron en comparación con el mismo período del año anterior, con 1.857 óbitos adicionales aún bajo investigación.

A pesar de la desaceleración en el avance de la enfermedad, la tasa de incidencia sigue siendo alarmante y quintuplica el límite establecido por la Organización Mundial de la Salud para considerar la propagación como una epidemia.

Si bien la mayoría de los estados muestran una tendencia a la caída o estabilidad en el número de casos, todavía hay cinco estados donde los contagios continúan aumentando, principalmente en la región noreste del país.

La actual epidemia se atribuye a los efectos del fenómeno climático de El Niño, que ha elevado las temperaturas y aumentado las lluvias en todo Brasil, creando condiciones propicias para la proliferación del mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue.

A pesar de los esfuerzos del gobierno para contener la epidemia, el bajo número de dosis de vacunas disponibles ha limitado su aplicación solo a niños y adolescentes a través del sistema público de salud.