En una sesión extraordinaria celebrada hoy en Washington, los representantes de los países de la región condenaron de manera unánime la actuación del Estado ecuatoriano en el incidente relacionado con la incursión policial en la Embajada mexicana en Quito. La reunión tuvo lugar en medio de la creciente tensión diplomática entre Ecuador y México tras la detención del exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas.

México, que rompió unilateralmente las relaciones diplomáticas con Ecuador, recibió el apoyo de Bolivia, Brasil, Argentina, Perú y Costa Rica, entre otros países, quienes expresaron su rechazo a la violación de la Convención de Viena sobre las Relaciones Diplomáticas que garantiza la inviolabilidad de los locales de las misiones diplomáticas.

El representante de Bolivia ante la OEA, Héctor Arce Zaconeta, señaló que el ingreso a la embajada fue ordenado por el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, describiéndolo como una acción “irreflexiva”. En respuesta, Bolivia convocó a su embajadora en Ecuador y solicitó una nueva sesión para emitir una resolución sobre el caso.

El delegado de Brasil, Benoni Belli, destacó que la incursión policial representa un precedente peligroso y una violación de los principios diplomáticos básicos. Afirmó que la diplomacia debe ser el camino para resolver las tensiones políticas entre ambos países.

Por su parte, el vocero argentino, Guillermo Raimondi, instó a no soslayar la reflexión sobre la institución del asilo diplomático, recogida en la Convención de Viena. Mencionó que otorgar asilo a personas condenadas por delitos comunes plantea desafíos éticos y legales.

El representante peruano, José Luis Sardón, resaltó la importancia de analizar con detenimiento las solicitudes de asilo para garantizar que se otorguen a verdaderos perseguidos políticos, conforme a la buena fe que rige las relaciones diplomáticas.

Desde Costa Rica, Alejandra Solano Cabalceta subrayó la necesidad de respetar los principios del asilo diplomático y evitar su uso para evadir la justicia. Sin embargo, condenó enérgicamente la invasión de la embajada de un país hermano.

La delegación de Honduras cuestionó la exposición del viceministro ecuatoriano en la OEA, al considerar que enfatizó la criminalización del exvicepresidente. Su embajador, Carlos Quesada López, alertó sobre el peligro del “lawfare” y la importancia de respetar el derecho internacional.

Los países coincidieron en la necesidad de abrir canales de diálogo para reducir las tensiones y restablecer las relaciones bilaterales. Tras la intervención del secretario de la OEA, Luis Almagro, se cerró la sesión del Consejo Permanente, convocando a una nueva reunión el miércoles 10 de abril para buscar una solución pacífica a la ruptura de relaciones entre Ecuador y México.