El Ministerio de Seguridad Pública de Panamá reveló que entre el 1 de enero y el 31 de marzo de 2024, un total de 109.069 migrantes irregulares han atravesado la peligrosa selva del Darién, marcando un récord histórico en comparación con el mismo período del año anterior, que registró 87.390 migrantes.
Según los datos proporcionados por el Ministerio, en enero pasaron 36.001 migrantes, en febrero 37.165, y en marzo 35.903. Estas cifras contrastan con las registradas en 2023, que fueron 24.634, 24.657 y 38.099, respectivamente.
Entre las nacionalidades con mayor ingreso durante el 2024 se encuentran los venezolanos con 69.568, seguidos por los ecuatorianos con 8.912, haitianos con 7.253 y colombianos con 7.030.
La travesía por el Darién, utilizada por muchos como parte de su ruta hacia Estados Unidos o Canadá en busca de mejores condiciones de vida, ha visto un aumento progresivo desde 2021, alcanzando más de 520.000 migrantes en 2023, el doble que el año anterior. Se espera que para 2024 haya un aumento adicional de hasta un 20 % en comparación con el año anterior.
En 2023, los venezolanos lideraron el paso por el Darién con 328.667 migrantes, seguidos por los ecuatorianos con 57.222, los haitianos con 46.558 y los chinos con 25.344.
Sin embargo, esta travesía está llena de peligros, desde riesgos naturales como crecidas repentinas de ríos y ataques de animales salvajes, hasta la presencia de bandas criminales que roban y cometen violaciones. Además, la falta de agua potable, a menudo contaminada por excrementos o cadáveres de otros migrantes, agrava aún más la situación.
Una vez superada la selva, los migrantes son registrados por las autoridades panameñas en poblaciones indígenas o centros de recepción migratoria, donde se les proporciona refugio y alimentos antes de coordinar su traslado en autobús hasta Costa Rica, un viaje que deben costear por sí mismos.
Las autoridades panameñas han intensificado su discurso sobre el tránsito de migrantes por la selva, calificándolo como un “negocio” del crimen organizado. Además, han cuestionado el trabajo de organizaciones humanitarias como Médicos Sin Fronteras (MSF).
La suspensión de la atención médica y humanitaria de MSF en el Darién a principios de este mes, por “orden” del Gobierno panameño, ha generado controversia. La organización había informado sobre la atención a 676 migrantes víctimas de violencia sexual en 2023, y en enero de 2024 ya habían registrado 120 casos más, lo que equivale a un acto de violencia sexual cada tres horas y media.
0 comentarios