En un nuevo giro de los acontecimientos, los gobiernos de Colombia y Brasil, cercanos al régimen de Nicolás Maduro, han manifestado su preocupación por las irregularidades que rodean el proceso electoral en Venezuela. Este martes, ambos gobiernos expresaron su inquietud ante las dificultades que enfrenta la oposición venezolana para inscribir sus candidaturas de cara a las elecciones presidenciales del próximo 28 de julio.

La Cancillería colombiana emitió un comunicado en el que señaló su preocupación por los obstáculos enfrentados por la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) y el Movimiento Vente Venezuela, entre otros sectores de la oposición, para inscribir sus candidatos. Estas decisiones, advirtió Colombia, podrían socavar la confianza en la transparencia y competitividad del proceso electoral.

La PUD, principal coalición opositora de Venezuela, denunció que no se le permitió postular la candidatura de la historiadora Corina Yoris, sin que el Consejo Nacional Electoral (CNE) brindara explicaciones al respecto. En contraste, Manuel Rosales, actual gobernador del estado Zulia, logró inscribirse como candidato del partido Un Nuevo Tiempo (UNT) a último momento.

María Corina Machado, líder opositora venezolana, reiteró su apoyo a Corina Yoris, desestimando las candidaturas inscritas de última hora.

El Ministerio de Relaciones Exteriores colombiano subrayó su respeto a la soberanía venezolana, pero instó al cumplimiento de lo establecido en el Acuerdo de Barbados, alcanzado entre el régimen de Maduro y la oposición. Asimismo, pidió garantías políticas y electorales equitativas para todos los actores políticos.

Ante la publicación del comunicado colombiano, la dictadura venezolana acusó al gobierno de Petro de injerencia en el proceso electoral, mientras que Brasil se sumó a la preocupación expresada por su vecino del norte.

Estas nuevas voces que se alzan evidencian la creciente preocupación internacional por la transparencia y legitimidad del proceso electoral en Venezuela, el cual se torna cada vez más cuestionado tanto dentro como fuera de sus fronteras.