La iniciativa es liderada por el MAATE desde hace 20 años con el apoyo de la Unidad de Protección del Ambiente (UPMA) y la Iglesia Católica del Ecuador a través de sus Arquidiócesis.
Con el objetivo de sensibilizar a los devotos católicos sobre la importancia de la conservación de la palma de cera durante la celebración del Domingo de Ramos, el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE) impulsa la campaña “Tradición y Conservación van de la Mano”, a fin de presentar alternativas de materiales alternativos como: laurel, maíz, paja, arrayan, totora, entre otras especies de flora para esta ceremonia religiosa.
Mediante capacitaciones, charlas y ferias con temática ambiental, organizadas por personal técnico de esta cartera de Estado a escala nacional, se socializó la importancia de prevenir el uso y comercialización de esta especie, que se encuentra en peligro de extinción desde 2004 en Ecuador.
La palma de cera cumple funciones ambientales importantes; representa el hogar del perico cachetidorado, que según la lista roja de aves del Ecuador 2022 se encuentra en peligro; también del loro orejiamarillo (Ognorhynchus icterotis), que según la UICN 2022 se encuentra en categoría vulnerable y en la lista roja de aves de Ecuador 2019 en categoría críticamente amenazado y posiblemente extinto; y del perico paramuno (Leptosittaca barnichii), que son especies cuyas poblaciones son mínimas y dependen de la palma de cera para su sobrevivencia.
Además, esta palma, a través de sus frutos, provee de alimento a aves como: tucanes, pavas de monte, loros; a mamíferos como: armadillos, osos, venados, pecaríes, roedores y primates.
La palma de cera tiene un crecimiento lento y para llegar a su madurez necesita entre 80 y 100 años para iniciar su ciclo reproductivo y puede superar los 200 años de existencia. Actualmente las escasas poblaciones de palma de cera en Ecuador se encuentran en los bosques primarios y secundarios a una altura de 800 a 2200 metros sobre el nivel del mar.
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