El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pronunció este jueves un enérgico discurso sobre el estado de la Unión, atacando repetidamente a Donald Trump y cubriendo los temas que centrarán su campaña de reelección de cara a las elecciones de noviembre.
Biden utilizó el término “mi predecesor” para referirse a Trump 13 veces en un discurso que duró más de una hora, sin pronunciar el apellido del expresidente republicano ni una sola vez.
Acusó a su probable oponente electoral de “doblegarse” ante Rusia y lo atacó por los disturbios en el Capitolio del 6 de enero de 2021.
Biden habló también de la inmigración, el aborto, la economía y la guerra en Gaza.
El ambiente en la cámara de la Cámara de Representantes fue estridente en ocasiones, con fuertes aplausos de los demócratas y abucheos de algunos republicanos.
Fue un espectáculo más típico de una convención política que de un discurso sobre el estado de la Unión, que suele estar cargado de pompa y política.
Pero este es un año electoral y había mucho en juego para Biden. Fue combativo y mientras buscaba trazar las líneas de batalla para su incipiente campaña.
Estos son los temas principales, reseñados por BBC Mundo, de los que habló:
1. Los ataques a Trump
Como era de esperar, muchas de sus críticas estuvieron dirigidas a Trump, dado que es casi seguro que será su oponente en las elecciones generales de noviembre.
“Mi predecesor incumplió el deber más básico que cualquier presidente le debe al pueblo estadounidense: el deber de preocuparse”, dijo en referencia al manejo de la pandemia de covid por parte de Trump. “Eso es imperdonable”.
Criticó a Trump por sus recientes comentarios sobre Rusia y la OTAN, y dijo que el republicano buscaba “enterrar la verdad” sobre el ataque del 6 de enero de 2021 al Capitolio de Estados Unidos.
Lo culpó por la decisión de la Corte Suprema de anular el fallo Roe v Wade que garantizaba el derecho al aborto y de bloquear las reformas migratorias bipartidistas.
Mientras tanto, Trump había prometido reaccionar en tiempo real al discurso en su plataforma Truth Social. “Biden está huyendo de su historial y miente como loco para tratar de escapar de la responsabilidad por la horrible devastación que él y su partido han creado”, escribió.
“Continúan con las mismas políticas que están provocando que este espectáculo de terror continue”, afirmó.
El enfoque agresivo de Biden puede haber nacido, al menos en parte, de la necesidad. A sus 81 años, es el presidente de mayor edad en la historia de Estados Unidos y se ha visto acosado por preguntas sobre su edad y su agudeza mental.
Sus índices de aprobación son los más bajos de cualquier presidente moderno que busque la reelección. Sin embargo, está en un empate en las encuestas con Trump, quien también es visto negativamente por los votantes.
Incluso cuando Biden se refirió a su edad, lo hizo con un ataque a Trump, quien a sus 77 años es sólo unos pocos años más joven que él.
“Sé que puede que no lo parezca, pero he existido por un tiempo”, dijo. Después de recitar una lista de atributos positivos que, según dijo, definían a Estados Unidos, agregó una dardo.
“Algunas otras personas de mi edad ven una historia diferente: una historia estadounidense de resentimiento, venganza y retribución”.
2. Un tropiezo con la inmigración
Biden improvisaba respuestas a las reacciones de una audiencia hostil en el lado republicano de la cámara. Bromeó, paró y expresó fingida sorpresa ante los arrebatos de sus oponentes.
Cuando el discurso pasó a la inmigración, un tema en el que es vulnerable, una vez más estuvo listo para responder a los republicanos. Pero aquí tropezó.
Después de que la congresista republicana Marjorie Taylor Greene lo acusara de ignorar el asesinato de Laken Riley, estudiante de enfermería de Georgia, del que acusan a un inmigrante venezolano indocumentado, Biden levantó un botón con el nombre de la joven, uno que Greene le había dado al entrar.
Después de pronunciar aparentemente mal su nombre como “Lincoln” Riley, dijo que fue asesinada por un “ilegal”, un término criticado por grupos de derechos de los inmigrantes.
Biden continuó pidiendo a los republicanos que apoyen la legislación de inmigración bipartidista aprobada por el Senado y acusó a Trump de “jugar a la política” al oponerse a ese proyecto de ley para obtener beneficios electorales. Sin embargo, es posible que el daño ya esté hecho.
3. Un discurso para los votantes de clase media
Cuando Biden no estaba lanzando críticas a su oponente, buscaba resaltar lo que caracterizó como un historial de logros durante su primer mandato y esbozar un argumento para su reelección.
“Heredé una economía que estaba al borde del abismo”, dijo, “y ahora nuestra economía es la envidia del mundo“.
Las cifras sobre la economía estadounidense llevan meses mostrando una tendencia al alza. La percepción pública de la economía, sin embargo, ha sido mucho más oscura.
Biden calificó la reactivación económica de Estados Unidos como “la mayor historia de una remontada jamás contada”.
Sin embargo, aún está por verse si las palabras del presidente serán suficientes para cambiar la opinión de los votantes.
Fue un discurso dirigido a la clase media estadounidense: los votantes de medios moderados que constituyen la mayor parte del electorado.
Incluía una variedad de nuevas propuestas, la mayoría de las cuales requerirían la promulgación de legislación del Congreso, un escenario poco probable a menos que los demócratas retomen la Cámara de Representantes en noviembre.
Propuso un crédito fiscal para los compradores de viviendas nuevas, cuyo poder adquisitivo se ha visto erosionado por las tasas hipotecarias más altas. También pidió ampliar el límite al gasto en medicamentos recetados para todos los estadounidenses que tengan seguro médico y aumentar los impuestos a las corporaciones.
4. El problema de la guerra en Gaza
Biden inició su discurso con un llamado ayudar a Ucrania, pero la mayor parte de su discusión sobre política exterior llegó hacia el final, cuando centró su atención en Medio Oriente.
La guerra de Gaza ha dividido a los demócratas, y una parte vocal del flanco liberal pide a Estados Unidos que utilice todos los medios a su disposición para impulsar un alto el fuego. Algunos manifestantes salieron a las calles de Washington el jueves por la noche en un intento infructuoso de impedir que la caravana del presidente llegara al Capitolio.
Biden dijo que su administración estaba trabajando para lograr un alto el fuego que duraría “al menos seis semanas” y detalló un nuevo plan para que Estados Unidos construya un puerto marítimo temporal en Gaza para permitir la entrada de ayuda humanitaria en barco.
Tuvo algunas palabras duras para Israel, calificando las bajas civiles en Gaza de “desgarradoras” y diciendo que tenía una “responsabilidad fundamental” de proteger vidas inocentes.
El discurso de Biden, debido a que fue pronunciado sin graves tropiezos o meteduras de pata importantes, es un obstáculo superado para el presidente, y su contenido podría servir como guía sobre cómo su campaña planea vender al público estadounidense otros cuatro años de gobierno demócrata.
Como mínimo, probablemente convencerá a los nerviosos demócratas de que su presunto candidato está listo para enfrentarse cara a cara con su oponente republicano en noviembre.
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