La Agencia Metropolitana de Control (AMC) entregó, alrededor de una tonelada de cigarrillos de contrabando, a la Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (EMGIRS) para su posterior destrucción.
Esta mercancía, fruto de operativos conjuntos llevados a cabo en colaboración con el Cuerpo de Agentes Metropolitanos y la Policía Nacional del Ecuador a lo largo del último año y medio, equivale a 632.948 unidades de cigarrillos o 31.647 cajetillas.
En su intervención la supervisora, Lira Villalva, enfatizó que “de los 80 bultos de cigarrillos de contrabando que representan estas retenciones, 60 han sido retirados en esta administración. Esto refleja el compromiso del alcalde Pabel Muñoz y de los entes de control en la recuperación del espacio público”.
La normativa municipal establece que los productos retenidos durante operativos de control, que representen un riesgo para la salud pública, deben ser destruidos o desechados por la autoridad competente, además, la venta ilegal en espacios públicos contribuye al aumento de actividades delictivas y genera desorden.
La EMGIRS, como parte de este proceso, trasladará los paquetes de cigarrillos al espacio designado en el Relleno Sanitario de Quito, en el sector del Inga Bajo, cubriéndolos con una capa de tierra y residuos antes de su compactación. Este procedimiento garantiza una gestión ambientalmente responsable.
“Anteriormente, los cigarrillos de contrabando se incineraban a cielo abierto, sin controles. Hoy, EMGIRS ha preparado una celda especial de confinamiento, donde se procederá con la destrucción mecánica del producto. Luego, se cubrirá con una capa final de tierra y una geomembrana de dos milímetros que permitirá mantenerlo aislado, evitando así la contaminación ambiental”, indicó Santiago Andrade, gerente General de la empresa.
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