La reimposición del visado para los mexicanos que deseen visitar Canadá responde a la necesidad de preservar la integridad del sistema de inmigración del país ante un aumento significativo en las solicitudes de asilo presentadas por ciudadanos mexicanos.
Esta medida, anunciada por el Departamento de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá (IRCC), busca aliviar la presión sobre las fronteras, el sistema de inmigración y los servicios sociales canadienses, al tiempo que garantiza la movilidad de los ciudadanos mexicanos que deseen visitar Canadá.
La solicitud de visado afectará a los mexicanos que deseen ingresar a Canadá por tierra, mar o aire, y todas las autorizaciones electrónicas de viaje (eTA) vigentes o en trámite serán automáticamente canceladas. Aquellos que cuenten con una visa de no inmigrante vigente de EE.UU. o hayan tenido una visa canadiense en los últimos 10 años podrán ingresar solicitando una nueva eTA. Sin embargo, aquellos que no cumplan con estos criterios deberán solicitar una visa de visitante antes de ingresar a Canadá, un proceso que puede llevar más tiempo.
El gobierno canadiense asegura que esta medida solo afectará al 40% de los viajeros mexicanos y que busca encontrar un equilibrio entre el movimiento de personas entre ambos países y la necesidad de aliviar la presión sobre el sistema de inmigración de Canadá.
Esta decisión ha sido objeto de críticas por parte del gobierno mexicano, que lamenta la imposición del visado y considera que existían otras opciones antes de llegar a esta medida. Además, algunos expertos señalan que la reimposición del visado responde a presiones tanto internas como externas, incluyendo preocupaciones sobre la capacidad de Canadá para manejar el flujo de solicitantes de asilo y tensiones políticas en la provincia de Quebec.
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