Un reciente estudio científico ha identificado sorprendentes patrones predictivos que vinculan factores como el sueño, los niveles de energía y el estrés con el inicio de las migrañas, pero con variaciones significativas según la franja horaria. La investigación, publicada en la revista Neurology el 24 de enero, destaca la importancia de comprender estos patrones para mejorar los tratamientos y la prevención de las migrañas.
El análisis revela que la mala calidad percibida del sueño, una disminución en la calidad del sueño y bajos niveles de energía se asocian con migrañas matutinas. Contrariamente, las migrañas vespertinas y nocturnas están relacionadas con mayores niveles de estrés o energía más alta el día anterior.
Kathleen Merikangas, jefa de la Rama de Investigación de Epidemiología Genética del Instituto Nacional de Salud Mental, destaca la relevancia de los ritmos circadianos en el dolor de cabeza. La Dra. Merikangas señala que estos hallazgos proporcionan una visión más profunda de los procesos subyacentes a las migrañas, allanando el camino para mejoras en el tratamiento y la prevención.
El estudio, que rastreó a 477 participantes de 7 a 84 años, destaca que la percepción de la calidad del sueño es más relevante que las mediciones objetivas de los patrones de sueño. La Dra. Tarannum Lateef, neuróloga pediátrica, sugiere el uso de aplicaciones que monitorean en tiempo real el sueño y otros estados de salud para brindar información valiosa en la gestión de la migraña.
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