El viceministro de Finanza, Daniel Falconí, habló sobre la necesidad de aumentar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) en el país como parte de un conjunto de medidas para abordar la crisis fiscal, que se agrava por la reducción de los ingresos petroleros y a una deuda flotante acumulada. Señaló que a lo largo del año 2023, se experimentaron complicaciones significativas y por eso se evalúan acciones que permitan revertir esta situación.

Explicó que ya se han implementado algunas medidas, como autorretenciones para grandes contribuyentes, generando flujos de ingresos importantes. Sin embargo, subrayó que estas acciones no son suficientes para cubrir el enorme déficit fiscal existente. Ante este panorama, Falcón abogó por el incremento del IVA como una fuente adicional de ingresos, aunque reconoció que esto solo abordaría parcialmente las necesidades fiscales. Y es que el Estado requiere aproximadamente USD 2.500 millones mensuales para gestionar las finanzas públicas, una cifra que no será fácil ni sostenible en el futuro.

No descartó la posibilidad de que Ecuador busque financiamiento internacional, pero destacó que el aumento del IVA sería parte de un esfuerzo integral para asegurar un flujo estable y predecible en la gestión de la tesorería nacional, sin estar dependiendo de externos.

Por otro lado, dijo que se está estudiando la focalización de subsidios a los combustibles y la continuación de la extracción petrolera en el Bloque ITT (Ishpingo, Tambococha, Tiputini) en el Yasuní. Falconí destacó que la actividad petrolera genera ingresos significativos y que una reducción de operaciones en el Yasuní, sin una fuente de reemplazo automático, afectaría significativamente al sector fiscal y la balanza de pagos, situación que sería “difícil de absorber en un solo año”. Por lo tanto, plantea la idea de mantener la explotación petrolera en este bloque.