Un estudio desarrollado por investigadores del Instituto Nacional de Biodiversidad (INABIO), Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario, Way to Development Corporation, Escuela Politécnica Nacional y University of Texas presenta una lista actualizada de 15 especies de hormigas introducidas en Ecuador continental.
Los investigadores, Jefferson Salazar-Basurto, Adrián Troya, Francisco Romero, Alex Wild y Alex Pazmiño-Palomino, analizaron especímenes en colecciones biológicas y bases de datos en línea, incluyendo datos de ciencia ciudadana. Entre los nuevos hallazgos están dos nuevos registros para el país: Cardiocondyla mauritanica (el primer registro para América del Sur) y Pheidole megacephala (una de las peores especies invasoras en el mundo). Esta investigación agrega información para nueve especies conocidas anteriormente.
Las especies invasoras son aquellas que pueden establecerse para reproducirse fuera de su área de distribución nativa y son agentes de cambio en los ecosistemas que invaden. Estas especies pueden desplazar la biodiversidad nativa, afectar a cultivos u otras actividades humanas e incluso transportar patógenos que producen enfermedades.
Las hormigas presentan más de 200 especies introducidas fuera de su área de distribución nativa, 19 están clasificadas como altamente problemáticas, y cinco están en la lista de las 100 peores especies invasoras. A pesar de su importancia para la conservación de la naturaleza y bienestar humano, la presencia de estos insectos invasivos en Ecuador ha pasado desapercibida hasta ahora debido a que se ha prestado mayor atención a otros animales y plantas exóticas.
En este estudio, muchos de los registros se encontraron en áreas urbanizadas, límites de reservas naturales y dentro del Sistema de Áreas Protegidas nacionales. Se documentó la presencia de especies exóticas de hormigas en cinco reservas nacionales: Parque Nacional Yasuní, Reserva de Vida Silvestre Cuyabeno, Reserva Biológica Limoncocha, Bosque Protegido Cerro Blanco y Reserva Biológica Río Canandé.
La introducción de hormigas exóticas en bosques nativos y áreas protegidas podría reemplazar la fauna nativa a través de la depredación, hibridación y competencia. Esto podría conducir a cambios en los procesos de los ecosistemas, pérdida de biodiversidad y aumento de plagas. Este fenómeno será agravado por el cambio climático global, que puede influir en la distribución de especies y dinámica forestal, especialmente en los trópicos.
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