En una reciente entrevista con El Universo, el ministro de Energía encargado, Roberto Luque, explicó las razones del Gobierno para eliminar los subsidios a los combustibles y detalló las estrategias para mitigar el impacto en los sectores más afectados. Además, abordó la crisis energética que enfrenta el país y las soluciones propuestas.
El ministro Luque enfatizó que los subsidios actuales a las gasolinas extra y ecopaís benefician desproporcionadamente a personas con altos ingresos y sectores ilícitos como el narcotráfico, la minería ilegal y el contrabando. Según Luque, un 70% de estos subsidios va a personas que ganan más de $900 mensuales, generando distorsiones económicas significativas. Regiones como las provincias fronterizas con Perú y Galápagos, donde existe una alta incidencia de narcotráfico y contrabando, muestran un consumo anómalo de combustibles, superando incluso a las provincias de Pichincha y Guayas.
Comisión aprueba informe para primer debate de leyes generadas tras la consulta popular de Noboa
Para abordar esta inequidad, el Gobierno ha identificado a aproximadamente 84,000 beneficiarios que recibirán compensaciones. Estos incluyen taxis convencionales, taxis ejecutivos, camionetas de carga liviana y mixta, y tricimotos. Estas medidas están diseñadas para mitigar el impacto en los sectores más afectados, como el transporte público y mixto. Luque indicó que ya se han realizado reuniones con varios sectores, incluidos transportistas, taxistas y representantes de gobiernos autónomos descentralizados, y que las reuniones de socialización continuarán este lunes.
El ministro detalló que el incremento de precios se gestionará a través de una banda de precios, creando un sistema de estabilización para evitar fluctuaciones bruscas. Este enfoque incremental permitirá un ajuste gradual en los precios de los combustibles, protegiendo a los consumidores de variaciones extremas.
En respuesta a las preocupaciones de varios sectores, incluido el indígena, que han expresado su desacuerdo y podrían movilizarse, Luque aseguró que el Gobierno continuará dialogando con todos los actores sociales. Aunque aún no se han definido los valores exactos de la compensación, estos serán discutidos en las próximas reuniones.
El ministro aclaró que la eliminación de los subsidios no es una imposición del FMI, sino una iniciativa del propio Gobierno para lograr ahorros significativos, siempre y cuando se compensen adecuadamente a los afectados. Este plan no incluye ajustes en los subsidios al diésel y al gas, considerados más sensibles.
En cuanto a la crisis energética, Luque destacó que la situación actual es el resultado de años de inacción y falta de inversión. El Gobierno está implementando medidas para incrementar la capacidad de generación eléctrica en 350 MW adicionales mediante nuevos contratos y la aceleración de proyectos existentes. Sin embargo, advirtió que resolver la crisis energética en el corto plazo es complejo y requiere un sentido de urgencia y compromiso para asegurar una oferta eléctrica adecuada en el futuro.
